La primera impresión
es lo que cuenta, como seres humanos solemos dejarnos llevar por la imagen inicial
en muchos de los casos particulares de la vida, incluso entre personas a la
hora de presentarnos.
Sucede exactamente
lo mismo en el marketing y los
productos, su imagen compuesta de identidad gráfica, elementos visuales,
colores y empaque son aspectos muy importantes los cuales está demostrado que
influyen en la decisión de compra.
Especialmente en
el empaque o packaging el efecto
visual tiene gran preponderancia, aun cuando estos empaques cumplen la función primordial
de proteger al producto desde su traslado hasta los puntos de comercialización,
también desempeña una tarea de estética en la que vende al producto de la mejor
manera visual.
Muchos de los
consumidores si no conocen la marca o jamás han probado el producto pueden
decidirse en base a dos aspectos importantes: el precio o la presentación.
Anteriormente este último punto de presentación no era tan bien cuidado pues las marcas se limitaban a crear empaques seguros y ya, el gancho estaba en el producto. Hoy día no sucede lo mismo, ya que con la gran competencia de mercado que existe las marcas han tenido que apelar a recursos que los hagan diferenciarse del resto, que le den originalidad al producto pero que además este sea capaz de llamar la atención en medio de una estantería repleta de opciones. Y el packaging ha sido un excelente medio para lograrlo.
Funciones de un buen Packaging.
Contener.
Si, puede que parezca obvio pero realmente no es asi, un packaging debe ante todo contener el o los productos que se quieren vender, de una forma ordenada y amigable para el usuario a la hora de que este sea consumido.
Proteger.
Como ya lo mencionamos es una tarea de un buen empaque, este debe ser fuerte y diseñado de tal manera que sea capaz de proteger todas las condiciones de un producto desde el momento que sale de la fábrica hasta que llega a manos del consumidor final.
Informar.
Cada empaque debe
contener la información esencial de cada producto, esto con dos funciones
principales:
Hacer más fácil la
decisión de compra para un cliente, sin necesidad de que un vendedor le
explique los beneficios y bondades del producto.
Para dar conocimiento técnico del producto, esto va estrictamente relacionado con las legislaciones de los países en los que se obliga a las marcas a colocar cierto tipo de información, advertencias o riesgos, especialmente cuando se trata de productos alimenticios.
Atrae.
Dentro de un estante o contenedor un montón de cajitas marrones que funcionan como empaques no llamaran la atención de nadie, si en cambio tú como marca decides diferenciarte a través de un empaque sin duda atraerás a aquellos que les encanta lo novedoso. Es por ello que un packaging debe ser original, bien pensado y diseñado, que sus elementos visuales en forma y color estén estrictamente relacionados con la marca y/o el producto para que con esto seas capaz de captar la atención de tu público objetivo y ¿Por qué no? De nuevos consumidores.
Distingue.
Por increíble que parezca un empaque es capaz de darle distinción y prestigio a una marca, igualmente las formas, colores y disposición hacen que el consumidor distinga un producto solo por su empaque.
Más oportunidades.
Los análisis nos indican que gracias al packaging se logran mayores oportunidades de ventas, muchos de los consumidores se dejan llevar por un buen empaque sin siquiera haber conocido la marca o producto.
El buen diseño de
un packaging es un gran protagonista
dentro del marketing, gracias a este
las marcas son capaces de fidelizar, captar el interés, diferenciarse de la
competencia y obtener más ventas, sin embargo la incidencia de compra dependerá
estrictamente de lo que el producto sea capaz de ofrecer, si la calidad de este
deja mucho que desear o no es lo que realmente ofreciste ese consumidor
seguramente no volverá a comprar el producto así tu empaque sea el mejor del
mercado.
Por ello debes
tener en cuenta que es un trabajo en equipo en cuanto a buen diseño del empaque- calidad y precio del producto.