El coronavirus no deja de ser el tema de conversación, aún el mundo se encuentra lejos de poder distribuir una vacuna que logre proteger a las personas contra el virus. Mientras el planeta se encuentra en un constante cambio, buscamos adaptarnos a seguir con la cotidianeidad mientras acatamos las normas del distanciamiento y el aislamiento social.
Para poder sobrevivir a esta “Nueva Normalidad” nos hemos visto obligados a hacer una serie de cambios que afectan por completo nuestro entorno y la forma en la que hacemos las cosas. En esta oportunidad vamos a hablar de uno de los aspectos que más pueden influir en el futuro, se trata del aprendizaje. Al inicio de la crisis de esta pandemia todas las actividades de aprendizaje se detuvieron por completo, luego se comenzaron a tomar medidas para lograr una interconectividad y usar los recursos que estaban a nuestro alcance para intentar seguir impartiendo las clases.
Pero, el uso de plataformas tecnológicas para el aprendizaje no es algo causado por el Covid-19, este último solo intensificó su uso, pero la conectividad, adaptabilidad y personalización son elementos que ya venían transformando el sector de la educación a nivel mundial. Por este motivo los estudiantes se han vuelto mucho mas exigentes, intentando tener experiencias de aprendizaje personalizadas que logren despertar su interés y su motivación por algún tema en específico. Estas son las llamadas metodologías de aprendizaje que se basan en Smart Learning.
Un nuevo modelo de aprendizaje.
Los cambios en los hábitos de consumo no solo de dieron en la adquisición de productos, estos también se pueden ver en el aprendizaje, la forma de aprender siguiendo el mismo ritmo y estructura de un grupo ya ha quedado atrás. Actualmente se esta produciendo una demanda en la personalización de la forma de aprender por parte de los estudiantes, demarcada por aquellos contenidos que les gustan, en otras palabras, quieren una experiencia adaptada y única para cada quien.
Es por esta razón que un nuevo modelo viene para hacerle frente a esta demanda, el Smart Learning, este supone una revolucionaria forma de aprender una profesión, idioma o disciplina, pues el contenido esta basado en los intereses particulares de los alumnos. Gracias este modelo existe la posibilidad de aprender a través de aquello que más nos gusta, lo que implica un aumento en la participación y en la motivación durante el proceso de aprendizaje.
Un ejemplo del funcionamiento de este modelo es el caso de la fundadora de Word Travel Feet, Karla Bade, ella salió de su zona de confort para poder dedicar su tiempo a lo que más le apasionaba y lo logro aprovechándose de las herramientas digitales disponibles.